domingo, 7 de septiembre de 2014

Cabe aclarar...

Cabe aclarar... para que no me tachen de precipitada y tropezona, que la entrada anterior fue para calentar motores y ahora sí vengo a presentar éste bonito blog que espero mantener satisfactoriamente actualizado y que, para quienes no hayan visto el encabezado o la liga que los trajo hasta acá, lleva el título de Laurora Boreal (venga ya, soy buenísima con eso de los nombres)

La idea ha surgido hace bastante tiempo, pero estoy algo oxidada en esto del blogger world; aunque para serles sincera ésta misma página ha sido rescatada y reciclada de un proyecto popular que mantuve activo hace varios años (el tema que se discutía y publicaba por estos lares no lo diré por mantener en alto la poca dignidad que me queda), pero al final lo he borrado todo y voilá allá vamos.

Tengo gustos varios, así que en este blog busco, para resumirles, escribir un poco de todo (¿así de resumido queda bien, mamá?) y con eso quiero decir que un día puedo recomendarles un libro, o escribir la reseña de una película, o poner esas tres páginas de porqué me he desvelado viendo la mejor serie de televisión del universo, pero insisto en que será muy variado dependiendo de lo que me llame la atención y sienta que valga la pena compartir.

Sobre mí no hay mucho que decir, soy de la bella República Mexicana, de la capital justamente, y debe gustarme leer porque hace un par de semanas he empezado la licenciatura de Lengua y Literaturas Hispánicas.
Soy fanática de tantas cosas, que mejor ni empiezo con la lista.

¡Nos seguimos leyendo!

sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Por qué leer?

Sin duda más de uno nos lo hemos preguntado en algún momento de nuestra vida, y no es para menos, ya que una cosa es tumbarnos en la cama a leer por horas Harry Potter, acompañando al mago en sus innumerables aventuras, y otra bien diferente es darte golpes contra el muro de tu cuarto mientras intentas descifrar "qué carajos se habrá fumado este wey/tío/weón" para poner al nada ingenioso hidalgo luchando contra un inofensivo molino que no tiene la culpa de su senectud.

¡Pero calma mis bellacos!


Harold Bloom sabe que no es sencillo (ey, ey, ey, EYEY HAROLD, gracias) y por eso en el 2000 escribió éste no tan pequeño ensayo -una suerte que nunca me hayan dejado uno así en la escuela- para guiarnos a través de algunos clásicos de la literatura, sin olvidar los bellos prólogos de cómo y por qué leer. Después del salto les dejo un fragmento del prefacio del libro, estoy segura de que luego de leerlo tomarán el PDF, le echarán un ojo y lo guardarán en un sitio seguro hasta el día en que leer a Ernest Hemingway, Shakespeare o el mismo Cervantes sea inevitable.

¡Adelante mis valientes!